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Completamiento de edificios, Francia

Completamiento de un edificio en París. ©Sur les toits, extraído de Le Moniteur

Diversos profesionales e instituciones del sector de la edificación en Francia coinciden en afirmar que en ese país existe un potencial de construcción de vivienda nueva de siete millones de unidades. Así lo plasman en el libro blanco Le toit. Solutions pour libérer la production de logements y lo recoge un artículo en lemoniteur.fr. Lo llamativo de esta cifra es que se refiere a viviendas en altura, es decir a áticos que pueden construirse sobre edificios existentes cuya edificabilidad, esto es el volumen máximo permitido, no está agotada. Y que, naturalmente, pueden soportar el peso de plantas adicionales.

En París, el arquitecto Michel Cantal-Dupart estima que, considerando apenas doce de sus calles, la superficie potencial a construir es de 450.000 m2. Un ejemplo de este tipo de emprendimientos es el edificio cuya fotografía antes-después encabeza este posteo. Se trata de la extensión vertical de una finca que originalmente tenía cuatro plantas, con una superficie de 677 m2, hasta seis plantas, con la incorporación de 265 m2 de construcción nueva y la mejora energética –es decir acciones para reducir el consumo de energía- de la construcción existente.

¿Qué es lo que hace interesantes estas iniciativas?

-Se construye sobre construido, aprovechando aun más las infraestructuras existentes, en lugar de hacerlo ocupando suelo virgen y necesitando nuevas redes, equipamientos, movilidad, etc., como ha ocurrido en los últimos años. Se reduce drásticamente el impacto ambiental.

-Se evitan prácticas que distorsionan el precio real de la vivienda. Una es la especulación con el suelo, es decir su recalificación de rústico a urbanizable, porque en sobre estos edificios ya se puede construir. Otra es la concentración de los derechos de construcción en pocas manos, debido a que cada edificio remontable representa dueños, gestión, proyecto, etc., singulares y únicos.

-Se completan los volúmenes a construir previstos por la normativa, con lo que se resuelven muchos problemas de falta de calidad urbana: la discontinuidad de la altura de la edificación, las medianeras expuestas, la insuficiente población que impide la rentabilidad de los servicios y la mejora funcional o estética de la cubierta, por citar sólo algunos.

Diferencia de compacidad construyendo sobre construido (0,35, izquierda) y sobre suelo nuevo (0,26, derecha) para una misma superficie habitable de 96m2. ©Promotoit, extraído de Le Moniteur

-Se mejora la eficiencia energética del parque edificado, responsable de un tercio o más del consumo de energía y las emisiones de efecto invernadero totales. Gracias a la inversión que representa la compra del derecho de edificar en altura, el solar en la terraza, los propietarios de los edificios pueden acometer mejoras en el resto de la finca: aislamiento térmico de patios, fachadas y carpinterías, optimización de los sistemas de iluminación, ascensores y bombeo, etc.

-Se mejora la calidad constructiva y estética de los edificios existentes, que en muchas ocasiones son antiguos y se encuentran en mal estado de conservación. Las obras que se realizan en el resto de la finca, además de las plantas nuevas, suponen su actualización a las exigencias actuales de seguridad y accesibilidad, así como el arreglo y repintado, de muros, techos, ventanas, etc.

-Y, naturalmente, todo esto implica acciones de reactivación del sector de la edificación. Uno de los más golpeados por la crisis económica global, que necesita cambio e innovación.